La recuperación de las aerolíneas se está produciendo de formas muy diferentes en las principales zonas del mundo. Mientras las compañías de América y Asia-Pacífico están recobrando la dinámica de vuelos y ocupación anterior a la pandemia, el sector en Europa sigue sin acercarse a números muestren cierta normalidad, y las previsiones europeas más optimistas ya retrasan al próximo otoño el inicio de la esperada mejoría.
Según los datos recogidos por la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), las compañías europeas perderán 22.200 millones de dólares en este 2021, frente a los 34.500 perdidos en 2020. Mientras, las norteamericanas contabilizarán 17.200 millones menos en pérdidas que las europeas, dejando la cifra en 5.000 millones negativos. Por su parte, la industria en la región Asia-Pacífico se quedará en un punto intermedio con pérdidas de 10.500 millones, muy por debajo de los números que presentan las empresas europeas del sector.
La recuperación de las aerolíneas americanas
Las aerolíneas americanas están protagonizando una recuperación notable. Si hace unas semanas presentaban unas previsiones con un mes de mayo a pleno rendimiento en lo que respecta a rutas y ocupación, ahora ratifican esos pronósticos con proyecciones económicas muy favorables.
Se trata de una recuperación que se sustenta en las políticas llevadas a cabo durante los últimos meses, entre las que destaca el ritmo de vacunación que han imprimido en Estados Unidos desde el principio. Sus protocolos han sido mucho más ágiles, lo que permitió suministrar las dosis de forma masiva y con un alcance mucho mayor. El contexto de la pandemia también fue muy diferente en cuanto a las restricciones, con normativas mucho menos restrictivas durante la fase más profunda de la crisis sanitaria. Por contra, la contrapartida a esta laxitud se materializó en una de las tasas de mortalidad más altas del mundo, más acusada en las en las zonas de mayor densidad de población del país.
Además, hay que tener en cuenta las condiciones geopolíticas, ya que Estados Unidos cuenta con un vasto territorio administrado de forma unitaria, por lo que pudieron mantener el tráfico aéreo doméstico de forma más o menos continuada.
Las aerolíneas europeas pagan la falta de coordinación de la Unión
Por su parte, las cifras de pérdidas en el sector de la aviación europeas se explican principalmente por la incapacidad de la Unión Europea de definir medidas conjuntas y coordinadas de movilidad y transportes. Cada país impuso sus propias restricciones en base a criterios diferentes y cambiantes, lo que generó un auténtico caos en el sector, la imposibilidad de hacer la más mínima planificación y la negativa de los usuarios a viajar ante tanta incertidumbre. El resultado fue que las flotas se quedaron en tierra y los aeropuertos vacíos, a la espera de acontecimientos y sin ninguna estimación de recuperación de normalidad por parte de las autoridades.
La falta de coordinación de la Unión Europea se trasladó después a la gestión del plan de vacunación, desde la compra a la distribución y suministro de la vacuna en los diferentes países. El porcentaje de población vacunada en Europa sigue siendo bajo y desequilibrado entre las distintas regiones, lo que impide, a día de hoy, una apertura segura y sin restricciones en la movilidad.
Puente aéreo sin restricciones entre Reino Unido y Estados Unidos
Ante las enormes diferencias en el sector aéreo americano y europeo, el Reino Unido pretende aprovechar su desvinculación con la Unión Europea para abrir un puente aéreo sin restricciones con Estados Unidos, auspiciado también por las altas tasas de vacunación de ambos países.
El director general de British Airways, Sean Doyle, dijo esta semana que era optimista con la posibilidad de abrir un corredor de vuelos entre los dos estados sin las limitaciones propias de la era COVID. La compañía británica ya está preparando su flota para que pueda aprovechar esta “gran oportunidad para volver a volar”, según sus propias palabras. Además, exigió a Gran Bretaña simplificar las reglas y dar mayor accesibilidad a los viajes, y envió un mensaje a los países de la Unión Europea pidiéndoles coordinación.
El sector en Europa ve con cierta envidia y esperanza las posibilidades que se pueda abrir este corredor atlántico. La IATA, representante de las aerolíneas, pidió a la Comisión Europea que establezca un calendario para que las compañías puedan hacer una planificación, y que facilite además referencias e indicaciones claras en cuanto a acciones de salud pública. Una información que el director general de la IATA, Willie Walsh, calificó de “esencial” .
La industria se mantiene a la expectativa y las aerolíneas europeas se preparan para que sus flotas, pilotos y tripulantes de cabina de pasajeros recuperen su actividad en el menor plazo de tiempo posible.
